PARA TODOS:
Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo. Benjamin Franklin (1706-1790)
¡TENEMOS AGUJETAS!
Cuando una persona realiza un esfuerzo muscular prolongado por encima de su capacidad, o un sobreesfuerzo intenso de corta duración, o un ejercicio nuevo que implica un grupo muscular que no está preparado, o incluso realizando ejercicios de flexibilidad o estiramiento muscular con demasiada intensidad o sin la progresión necesaria, pueden producirse un dolor muscular que coloquialmente conocemos como "agujetas".
Las zonas más afectadas por este dolor son las uniones musculares y los tendones cerca de las articulaciones. Esto se debe a que la zona musculotendinosa es donde existen más fibras musculares débiles y más tensión. Las agujetas acaban con las fibras débiles, y las que consiguen aguantar la presión se van volviendo más fuertes.
Cuando un deportista baja su nivel de entrenamiento, muchas fibras musculares se atrofian, cuando comienza el entrenamiento las partes más débiles se rompen, se hace una selección de las mejores. Como tenemos millones de fibras en cada músculo no hay problema.
Las agujetas son parte de un proceso de adaptación.
Su nombre médico es mialgia diferida, o también son científicamente conocidas como DOMS, (Delayed Onset of Muscular Soreness. Dorbnic, 1989. )
¿Cómo prevenir las agujetas?
- Si llevamos tiempo sin realizar actividad física, empezar progresivamente.
- No sobrepasar demasiado la capacidad de nuestros músculos.
- Realizar un correcto y completo calentamiento.
¿Cómo curar las agujetas?
- Ejercitar suavemente los músculos doloridos, acompañándolo con períodos de descanso suficiente para permitir la regeneración de los tejidos.
- Realizar estiramientos suaves de la zona dolorida.
- Masaje terapéutico.
- Frío en la zona dolorosa.
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